O31hjEhMaverick Carter, mánager de LeBron James además de socio y amigo cercano de la estrella de los Lakers de Los Ángeles desde que eran jóvenes, reconoció que hizo apuestas en partidos de la NBA a través de un corredor de apuestas ilegal, informó el diario The Washington Post.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhEl mánager de LeBron reconoció estos hechos durante una investigación federal en 2021 en torno al corredor de apuestas ilegal Wayne Nix.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhCarter admitió que hizo unas veinte apuestas en partidos de futbol americano y baloncesto a lo largo de un año por importes de entre cinco mil y 10 mil dólares.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhEl mánager dijo que no recuerda haber apostado en ningún partido de los Lakers. O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhLa NBA prohíbe hacer apuestas a los jugadores y a ejecutivos de equipos y de la Liga, mientras que el Sindicato de Jugadores extiende esa prohibición a los agentes.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhNinguno de los dos organismos tiene reglas en este sentido sobre mánagers.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhTras su partido ante Oklahoma City Thunder de este pasado jueves (derrota de los Lakers por 133-110), LeBron aseguró que no sabía hasta ahora que Carter había colaborado con las autoridades en esa investigación.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEh“Maverick toma sus propias decisiones y a fin de cuentas apostar es legal. Quiero decir, puedes ir a tu teléfono ahora mismo y hacer lo que quieras. Y él no tiene afiliación con la NBA o la NFL, así que puede hacer lo que quiera”, sostuvo en declaraciones a los medios.O31hjEh Omnia.com.mx
O31hjEhCon información de Informador.mxO31hjEh Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.