fmqN5gjLuis Enrique Orozco, gobernador interino de Nuevo León designado por el Congreso, informó a los medios de comunicación que no tendrá la reunión que convocó anteriormente con el gabinete, ya que al llegar al Palacio de Gobierno este se encontraba cerrado.fmqN5gj Omnia.com.mx
fmqN5gjEl gobernador interino del Estado, designado por el Congreso de Nuevo León, acudió a las instalaciones del Palacio de Gobierno para reunirse con su gabinete la mañana del sábado 2 de diciembre, sin embargo, las puertas estaban cerradas. fmqN5gj Omnia.com.mx
fmqN5gjAdemás, tras ser designado por el Congreso de Nuevo León, citó a los secretarios de la administración en el Palacio de Gobierno para revisar la posición de las dependencias y pasar lista a los elementos de la Fuerza Civil.fmqN5gj Omnia.com.mx
fmqN5gjA pesar de que Samuel García dejara la contienda por la presidencia de México rumbo a 2024 tras anunciar en el Periódico Oficial del Estado su ‘regreso’ al cargo de gobernador, el Congreso continúa con la decisión de que Luis Enrique Orozco administre el gobierno de Nuevo León.fmqN5gj Omnia.com.mx
fmqN5gjInformación de Publimetro. fmqN5gj Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.