z10OEtXDurante su rueda de prensa matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador, se abstuvo de opinar en relación a la crisis que se vive en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues magistrados de órgano le pidieron la renuncia a su presidente, Reyes Rodríguez Mondragón.z10OEtX Omnia.com.mx
z10OEtXAl señalar que se trata de algo tiene que ver con el proceso electoral, señaló, “les ofrezco una disculpa y es mejor no opinar y desear que haya unidad, armonía para que el pueblo pueda elegir libremente a sus autoridades, elecciones limpias y libres, sufragio efectivo, voto efectivo y democracia efectiva”. z10OEtX Omnia.com.mx
z10OEtXQue sea el pueblo el que tenga las riendas del poder en sus manos, dijo, “el pueblo pone el pueblo quita como lo establece la Constitución”.z10OEtX Omnia.com.mx
z10OEtXEs muy importante la democracia efectiva, no fachada, una simulación, nunca más el engaño y que domina en el país una oligarquía, con fachada de democracia, afirmó.z10OEtX Omnia.com.mx
z10OEtX z10OEtX Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.