rHxgZDQEFE.- El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien además es el consejero de Seguridad Nacional, el encargado de coordinar el cierre de Usaid y de custodiar los Archivos Nacionales, bromeó con asumir aún más cargos, como el de cirujano general de Estados Unidos o el de bibliotecario, tras recibir un premio del Instituto de Liderazgo Hispano en el Congreso.rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQ"Es genial estar aquí, como dije, siempre es halagador recibir un premio y ser reconocido. Fui presidente de la Cámara de Representantes, miembro del Senado. Ahora soy secretario de Estado, asesor de Seguridad Nacional, archivista interino y director interino de Usaid .Y cirujano general (director de Salud Pública). No, bromeo. No soy eso. Lo quería ¿Sabes que te dan un uniforme si eres cirujano general?", anotó Rubio entre las risas de la audiencia a la gala del Instituto de Liderazgo Hispano.rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQRubio también dijo que sería bueno como bibliotecario del Congreso: "Ese sería un buen trabajo", apuntó. rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQEn cualquier caso, Rubio no podría ser el próximo director de Salud Pública de Estados Unidos, ya que este miércoles el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que nomina a Casey Means para el cargo, después de retirar la nominación de su elección anterior, Janette Nesheiwat, colaboradora de la cadena Fox News.rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQNo es la primera vez que Rubio hace este tipo de bromas, en una entrevista concedida hace unos días a Fox News, con motivo de sus nuevas tareas, Rubio descartó entre risas postularse como papa: "Estoy felizmente casado".rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQEl político, nacido hace 53 años en Miami en el seno de una familia cubana, también dijo algunas palabras en un perfecto español para agradecer el premio de liderazgo. rHxgZDQ Omnia.com.mx
rHxgZDQCon información de LatinusrHxgZDQ Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.