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iy2iSBrLa Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), en coordinación con los ayuntamientos, mejora la conectividad de más de 297 mil habitantes al fortalecer la infraestructura vial en comunidades de difícil acceso. iy2iSBr Omnia.com.mx
iy2iSBrGracias a estos convenios, se han concluido obras en cerca de 600 kilómetros de caminos y calles mediante trabajos de rehabilitación, rastreo, corte de material y construcción de terracerías, lo que ha generado beneficios directos para la población.iy2iSBr Omnia.com.mx
iy2iSBrEstas acciones han mejorado de forma significativa el tránsito de personas y mercancías, así como el acceso a servicios básicos y el desarrollo de actividades productivas en municipios como Namiquipa, Gómez Farías, Satevó, Guazapares, San Francisco de Conchos, Allende, Chínipas, entre otros.iy2iSBr Omnia.com.mx
iy2iSBrActualmente, se llevan a cabo nuevos convenios con un impacto estimado en más de 1.16 millones de personas, principalmente en zonas de acceso limitado en los municipios de Allende, Camargo, Chihuahua, Hidalgo del Parral, Rosario, El Tule, Urique, entre otros.iy2iSBr Omnia.com.mx
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.
El intento de desaparecer los Órganos Públicos Locales Electorales, incluidos los tribunales electorales estatales, y centralizar la organización de todos los comicios en el INE y los temas jurídicos a los tribunales federales, no es un tema que deba abordarse con ocurrencia, sino con mucho cálculo político y principalmente económico.
El INE, se sustenta con recursos del presupuesto nacional y los OPLEs, como el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, dependen de los presupuestos públicos locales para operar.
En 2021, el IEE de Chihuahua manejó un presupuesto de 457 millones 629 mil pesos para organizar las elecciones de ese año, incluyendo innovaciones como el voto chihuahuense en el extranjero y la implementación del PREP-Casilla. Para la elección judicial 2025, se autorizó una ampliación presupuestal para el IEE de 328 millones de pesos.
Si los OPLEs desaparecen, por qué los estados, que ahora financian sus propios procesos, tendrían que aportar recursos al INE, es muy absurdo pensar que los gobiernos locales aceptarían sin chistar la cantidad solicitada por una autoridad nacional, sin voz ni voto en la administración de esos fondos.
La centralización, aunque pueda prometer una aparente simplificación, corre el riesgo de despojar a los estados de una parte fundamental de su autonomía, y responsabilidad democrática.