La carrera de la futbolista estadounidense Megan Rapinoe terminó el sábado 11 de noviembre en la final de la Liga Nacional de Fútbol Femenino de EE.UU. (NWSL, por sus siglas en inglés), de la que solo pudo disputar los primeros minutos. Una lesión en el tendón de Aquiles dejó a la histórica delantera fuera de la cancha, lo que para ella fue una "prueba" de que Dios no existe. Las críticas en las redes no tardaron en llegar.
"No soy una persona religiosa ni nada por el estilo, y si hubiese un Dios, esta es la prueba de que no lo hay", dijo sonriente en la conferencia de prensa posterior al partido, antes de lamentarse por haber tenido que ser reemplazada apenas seis minutos después de iniciada la final donde su equipo OL Reign perdió 2 a 1 ante Gotham FC.
Tras su comentario, las redes sociales se llenaron de respuestas críticas. "Megan afirma que su lesión en el tendón de Aquiles demuestra que Dios no existe. Algunos pueden encontrar que la lesión que puso fin a su carrera es una prueba definitiva de que Dios existe", escribió un usuario. Otro celebró que gracias a esa lesión Rapinoe "no representa más al equipo de EE.UU.".
También en Twitter, un usuario la acusó de tener "mentalidad de víctima hasta el amargo final", mientras que otro celebró que se haya retirado, y expresó: "Ha sido una verdadera vergüenza para este país". Además, un internauta la definió como "el demonio", y aseguró que "tuvo lo que merecía". "En lo que a mí respecta, es el mejor tipo de justicia poética", agregó.
Rapinoe se retiró del fútbol a los 38 años, tras haber ganado los mundiales de Canadá 2015 y Francia 2019, una medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y haber sido reconocida como la mejor futbolista del año de la FIFA en 2019.
Con información de actualidad.rt.com