Durante su gira por Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le dio por cambiar nombres a algunos lugares de esa zona del país, por ejemplo, dijo que el Mar de Cortés ya no será conocido así, pues será designado como Golfo de California, para recordar que, en Palacio Nacional lo que era el Jardín de la Emperatriz, designado de esa manera por la Emperatriz Carlota, se llama ahora Jardín Nezahualcóyotl.
Sin embargo no todo paró ahí, en cuanto a la designación de nuevos nombres a lugares de esa región, porque posteriormente ya en Badiraguato, lugar en el que nación Joaquín “El Chapo” Guzmán, al encabezar la ceremonia de inauguración de la carretera que va de esa localidad a Guadalupe y Calvo, Chihuahua; concretamente el tramo comprendido con el poblado Los Frailes, al destacar que le gusta estar en ese municipio, dijo que tampoco está de acuerdo con los estigmas, así que también mostró disposición, otra vez, para que el Triángulo Dorado sea conocido por otro nombre.
Así que, propuso que sea nombrado como el “Triángulo de la bondad”, porque no está de acuerdo en que tachen a la gente de mala, cuando todo el pueblo es bueno, no nacemos malos, apuntó, “nacemos buenos son las circunstancias las que llevan algunos a tomar el camino de conductas antisociales”, al tiempo de anunciar porque le gusta mucho este lugar, su séptima visita a Badiraguato antes de concluir su mandato el próximo año.
Integrantes de la comunidad de Texcapilla, en el municipio de Texcaltitlán en el Estado de México , tuvieron que organizarse y salir a defenderse de integrantes del crimen organizado que acudieron a esa comunidad para efectuar el llamado “cobro de piso”, según se dice, de un peso por metro cuadrado en su sembradíos.
Según se conoció, ante el hartazgo del hostigamiento y de las amenazas de parte del grupo criminal, los pobladores decidieron defenderse ante la agresión, lo que terminó en un enfrentamiento con un saldo de 14 personas fallecidas, entre ellos tres productores y el resto delincuentes pertenecientes a la familia michoacana.
Lamentables los hechos y más cuando, en redes sociales se habla ya de ingobernabilidad, de la ausencia de las autoridades, que han dejado solos a los pobladores, indefensos ante los delincuentes que llegan si mayor recato, incluso, en patrullas clonadas y vistiendo uniformes militares y con armas de alto poder, a plena luz del día, ante la permisividad y quizás hasta complicidad, de quienes debieran garantizar la paz y seguridad pública.
Será como dicen, que el hartazgo, el abandono de las autoridades de sus funciones y la necesidad, que la gente tenga que salir como último recurso en defensa de su vida y de sus bienes, ante los abusos y agresiones de los delincuentes, el inicio de más episodios como este.
Al rato vienen los discursos oficialistas de que nadie puede tomar la ley y la justicia en sus manos, que habrá justicia y se van a realizar operativos. Habría que recordar que así nacieron las llamadas autodefensas en Michoacán. Abandono, complicidad, ineficiencia e incapacidad; los abrazos, dicen están favoreciendo a los delincuentes.
Integrantes de la comunidad de Texcapilla, en el municipio de Texcaltitlán en el Estado de México , tuvieron que organizarse y salir a defenderse de integrantes del crimen organizado que acudieron a esa comunidad para efectuar el llamado “cobro de piso”, según se dice, de un peso por metro cuadrado en su sembradíos.
Según se conoció, ante el hartazgo del hostigamiento y de las amenazas de parte del grupo criminal, los pobladores decidieron defenderse ante la agresión, lo que terminó en un enfrentamiento con un saldo de 14 personas fallecidas, entre ellos tres productores y el resto delincuentes pertenecientes a la familia michoacana.
Lamentables los hechos y más cuando, en redes sociales se habla ya de ingobernabilidad, de la ausencia de las autoridades, que han dejado solos a los pobladores, indefensos ante los delincuentes que llegan si mayor recato, incluso, en patrullas clonadas y vistiendo uniformes militares y con armas de alto poder, a plena luz del día, ante la permisividad y quizás hasta complicidad, de quienes debieran garantizar la paz y seguridad pública.
Será como dicen, que el hartazgo, el abandono de las autoridades de sus funciones y la necesidad, que la gente tenga que salir como último recurso en defensa de su vida y de sus bienes, ante los abusos y agresiones de los delincuentes, el inicio de más episodios como este.
Al rato vienen los discursos oficialistas de que nadie puede tomar la ley y la justicia en sus manos, que habrá justicia y se van a realizar operativos. Habría que recordar que así nacieron las llamadas autodefensas en Michoacán. Abandono, complicidad, ineficiencia e incapacidad; los abrazos, dicen están favoreciendo a los delincuentes.