Si estás iniciando un negocio podría ser que puedas caer en la confusión entre lo que son los costos y gastos porque a simple vista pueden parecer lo mismo, pero en realidad son dos conceptos bien importantes que afectan de forma distinta la contabilidad y las finanzas de cualquier empresa, incluida la tuya sin importar su tamaño.
Hay que saber diferenciarlos y hoy te vamos a ayudar a ello. Si ofreces servicios como timbrado de CFDI, complementos fiscales o plataformas para emitir facturas electrónicas, entender cómo se clasifican los egresos te va a ayudar a tener tus finanzas bajo control.
¿Qué es un gasto y qué es un costo?
El gasto es una salida de dinero relacionada con las actividades habituales de tu negocio. Por ejemplo, el pago de servicios de oficina como luz, internet o renta, sueldos, campañas de marketing o herramientas digitales de uso interno.
Por otro lado, el costo está directamente vinculado a la operación que genera ingresos. Los proveedores de facturación electrónica, podrían considerar como costo todo lo que se relaciona con mantener en funcionamiento sistema de timbrado: desde el servidor que respalda las plataformas, hasta los desarrolladores que se encargan del mantenimiento técnico.
¿Cómo identificarlos en la práctica?
Un truco que te damos para diferenciarlos es pensar en el impacto que tienen en tu operación diaria dentro del negocio.
El costo está asociado a la producción de tu servicio. Si tú no incurres en ese gasto, tu producto no puede entregarse al cliente. Por ejemplo: el API que utilizas para timbrar facturas o los certificados digitales.
El gasto es todo aquello que te permite que la empresa funcione, pero no forma parte directa de tu producto. Como las suscripciones a herramientas de gestión interna, los cursos de capacitación del equipo administrativo o la contabilidad externa.
La importancia de saber hacer esta distinción
Como proveedor de facturas electrónicas, llevar una contabilidad clara entre costos y gastos te ayudará a identificar qué áreas de tu empresa generan retorno directo y cuáles representan inversiones necesarias para mantener tu operación.
Además, al tener claridad en esta clasificación podrás:
No, costo y gasto no son lo mismo. Y para quienes se dedican a ofrecer soluciones fiscales como la emisión de CFDI, tener esta claridad puede marcar la diferencia entre un negocio rentable y uno que se ahoga en números rojos.
Estamos en un país dónde la facturación electrónica es sumamente importante y donde todo debe estar perfectamente ordenado, distinguir entre lo que te cuesta ofrecer tu servicio y lo que necesitas para operar es una habilidad que vale oro.
Siempre ten presente estas diferencias y lograrás tener un mejor control de tus gastos.