Es un hecho que los videojuegos ocupan salas y recámaras a lo largo de todo el mundo. La innovación tecnológica permanente de este entretenimiento logra atraer el interés de adultos y niños. Incluso, existe toda una comunidad de profesionales en este ámbito.
Si bien existen diversas discusiones en torno a las consecuencias de pasar largas horas frente a las pantallas, jugar —con supervisión, en el caso de los niños— acarrea beneficios. De hecho, es un recurso que muchas personas usan como herramienta pedagógica.
A continuación, repasamos los principales beneficios de jugar videojuegos.
Los controladores de juego libre posibilitaron realizar actividad física con los videojuegos. Es este un beneficio muy recomendado por espacios de investigación como la Revista Médica Uruguaya (2020) que propone reemplazar los videojuegos tradicionales por los activos.
Existen implementos para Xbox One, como el Kinect, que utiliza sensores para captar los movimientos de los jugadores. Entre los juegos para Xbox 360 y One con estas características, encontramos algunos como Kinect Sport, Kinect Training o Dance Central. Además de hacer ejercicio, estas opciones nos permiten perfeccionar movimientos y probar otros formatos.
La popularidad de los videojuegos traspasó todas las barreras y los incorporó en el ámbito pedagógico. Hoy, son muchos los docentes y padres que buscan consolas como Xbox One precio y PlayStation para motivar el aprendizaje desde el juego.
Existen juegos específicamente educativos, como Hakitu, que enseña a programar y está disponible para iOS, o Proyecto Kokori, basado en información biológica celular. Sin embargo, con cualquier juego podemos ejercitar la perseverancia y constancia, por ejemplo.
Muchos tratamientos psicológicos recurren a los juegos de realidad virtual para tratar diversas afecciones. Esto se debe a que la simulación permite interactuar, bajo control profesional, con la realidad a tratar en la terapia.
La aceptación de la virtualidad posibilita que los pacientes tengan menos exposición que en la vida real. Además de las fobias, con estos recursos de enfoque conductual puede tratarse la ansiedad, estrés postraumático, hipocondría, depresión e insomnio, entre otras afecciones.
Los videojuegos ayudan notablemente en el desarrollo de las habilidades motoras de los niños. Ya sea mediante mecanismos de juego libre o alternativas que requieren de mucha asertividad, podemos incentivar la motricidad.
Un juego que ayuda a cubrir esta necesidad es Disney Fantasía: Music Evolved, que permite dirigir la música mediante un sensor Kinect. Otras opciones son compatibles con joystick y tienen gran popularidad, como es el caso de FIFA en todas sus versiones.
Los juegos de estrategia son útiles para favorecer la capacidad resolutiva y desarrollar la motivación por los logros. Ya en 2012, la Revista electrónica de Investigación Educativa de Chile compartió un estudio que consistió en la observación de 15 jugadores adolescentes.
Sus resultados arrojaron el aumento visible de cualidades de desarrollo matemático, creativo, físico, lingüístico y social. Existen muchas opciones de juegos de estrategia de Xbox 360, por ejemplo, entre los que destacan varios como Sid Meier’s Civilization Revolution y Worms.
Los videojuegos, como cualquier artefacto tecnológico, puede traernos grandes beneficios. En todos los casos, es fundamental el uso controlado y limitado.